6 de abril de 2013

Sobre "viejas", "tuertos" y derrapes.

José Mujica, presidente de Uruguay, dijo sin percatarse de que tenía micrófonos abiertos que "esta vieja es peor que el tuerto". Claramente, se estaba refiriendo a la presidenta argentina, Cristina Fernández y a su difunto esposo, el ex-presidente, Néstor Kirchner. En medio de una hecatombe generalizada en Argentina por hechos de público conocimiento, esta noticia surgió para azuzar un poco el odio opositor (que no necesita demasiado para azuzarse, seamos sinceros) en ambos márgenes del Plata y para convertir al Pepe en el nuevo héroe de los caceroleros argentinos. 
Personalmente, me sentí avergonzado del presidente de mi país, al cual voté y banco siempre, como la banco a Cristina todos los días luchando contra los mismos que hoy le "festejan" la "gracia" a Mujica. 
Cada uno con sus herramientas (y no entremos a comparar la diferencia gigante entre Uruguay y Argentina, que ciertamente ha perjudicado severamente a Uruguay en varios temas en los últimos años por su férreo proteccionismo y actitudes ciertamente intransigentes, como el apoyo a los "asambleístas" de Gualeguaychú -que fueron "piqueteros" y "destituyentes" cuando hicieron un lock-out patronal en 2008-) luchan contra los mismos que hoy disfrutan de esta metida de pata o titulan en sus diarios que significa la "ruptura" entre ambos países, trasladando como habitualmente hacen su expresiones de deseo a sus columnas de opinión disfrazadas de "hechos" que no existen.
Y lo que lamentablemente en seguida salta, en ambos lados, es un chauvinismo ridículo que no suma nada. Los peronistas ortodoxos (hoy kirchneristas, mañana no se), ofendidos, saltan a defender a la presidenta: "es un tibio", "es un viejo vizcacha"... No tienen ni idea, ni los anti K (que siempre hablan de Mujica con simpatía por su austeridad y bonhomía pero si fuera presidente argentino -considero que jamás un hombre así podría llegar a serlo- dirían que es un roñoso) ni los K (que siempre creen, equivocadamente, que a su izquierda está la pared) quien es Mujica. Y, seamos sinceros, la gran mayoría de los uruguayos, antiperonistas genéticos, no entienden nada de Argentina. Salvo a Tinelli, claro. La ven a Cristina como quien ve a la Mona Jacinta, no le dan crédito para nada, están totalmente horadados por lo que los medios argentinos y uruguayos, que repiten de los argentinos, les bajan de ella. Me consta que en Uruguay se ve TN y que no se tiene la más pálida idea del nivel de desinformación, mentira y operación política que se hace diariamente en esa señal, perteneciente a un grupo económico que creció gracias a negocios mafiosos y complicidad con las dictaduras. Once años viviendo de este lado han confirmado estas hipótesis de mutuo desconocimiento y desconfianza entre pueblos hermanos, que es adornado, disimulado por un cierto candor y admiración por parte de argentinos a uruguayos y un visceral rechazo en viceversa, transformando, en una ridícula generalización, a todo argentino en el "cheto" que veranea en Punta del Este y habla con una papa en la boca o, aún peor, en una masa iletrada que va donde esté el choripan y la coca. Los argentinos quieren a los uruguayos, los uruguayos piensan que los quieren porque se creen superiores y entonces los odian. La mentalidad provinciana... ¿dónde está en realidad?
Estas pavadas que dice Mujica por su irreductible incontinencia verbal, no ayudan para nada en la difícil reconstrucción que ha habido en estos años de las complicadísimas relaciones bilaterales, seriamente afectadas por el corte de los puentes que terminó en La Haya, el dragado del canal Martín García -sin solución a la vista- y otros asuntos. Jorge Lanata, referente del pueblo cacerolo (y hay cacerolos en ambos márgenes del Río de la Plata, queridos, no se engañen... en Uruguay no salen a la calle porque son 5), dijo que el Pepe "manifestó lo que piensa TODA latinoamérica" (así con mayúsculas) y en seguida el corrillo de loritos zombies empezaron a repetir la "genialidad". Sobre todo los opositores uruguayos en las redes sociales, que así como detestan al FA y a Mujica, odian visceralmente a Cristina Fernández y desean fervientemente que se termine toda esta "paparruchada" de la "unión latinoamericana" y regresen los buenos gobiernos neoliberales que se ocupaban de las cosas importantes como los ajustes fiscales, la reducción del "gasto" público, el endeudamiento perpetuo, cagar a palos a la gente que salía a la calle porque no tenía laburo y los tratados bilaterales con democracias verdaderas como la de Estados Unidos. Porque Lanata y los suyos, por supuesto, saben mas que nadie lo que piensa toda latinoamérica: no olvidemos que anunció la victoria de Capriles en Venezuela y se tuvo que retirar del aire 15 minutos antes en lo que fue el mayor ridículo televisivo que he visto en años, entre miles de ridiculeces diarias que inundan la televisión argentina. 
Sería bueno que nos pongamos a pensar mas y a repetir menos, que hay muchos problemas REALMENTE importantes para resolver como para detenerse en lo que pudo haberse dicho perfectamente, entre compañeros, en una charla de mingitorio.

Gabriel Costa Ferraro

De basuras mediáticas y zombies


Tengo que admitir que, al principio, el desmentido del episcopado sobre las 14 audiencias que CFK había "rechazado" a Bergoglio (lo escuché, entre otros, de Marcelo Bonelli, Julio Blank, Joaquín Morales Solá, Pepe Eliachev, Luis Majul, Jorge Lanata, Nelson Castro y otros de esa calaña... o sea, todos los propaladores habituales de mentiras y operaciones de prensa conjuntas entre Clarín-La Nación-Perfil) me dio mucha gracia y me hizo reír de lo lindo. Pero pasadas las horas, siento profunda pena por toda esa gente, mezcla de zombie con lorito hablador, que se hizo eco de eso y lo repitió hasta el cansancio. Pena porque no se puede representar a un colectivo de "nada". Es decir, todos queremos vivir mejor, que haya justicia, que haya salud, educación. No es exclusivo de nadie y poco puede usarse como bandera para oponerse a algo, menos a un gobierno que amplía derechos e incluye. Y así como ésta "opereta", que personalmente me resulta menor porque me importa tres pitos la Iglesia Católica, salvo porque les tengo que bancar la religión con mis impuestos que preferiría los usara el canal Encuentro, hay al menos UNA operación diaria de mentira, engaño y/o difamación de parte de esta "prensa libre e independiente" amenazada por la "dictadura K". Y cada una de ellas corre como reguero de pólvora enardeciendo al acérrimo opositor.
El problema verdadero aquí es que eso lo hacen sabiendo que a sus lectores/televidentes/radioescuchas no les importa que sea falso. No les interesa. No leen otra cosa, no escuchan otra cosa (porque los demás, tal cual les ha dicho su prócer y gurú Lanata después de venderse por unos cuantos pesos, son "medios adictos", "cooptados" por "militontos"). Les dan la letra para que después repitan en el trabajo,  en discusiones familiares o en mesas de amigos. Y después otros, que dicen "yo no leo Clarín", "A mi los medios no me dicen que pensar", "Yo no les creo a ninguno, ni oficialistas ni opositores", repiten igual esa misma mentira porque se las dijo alguien por ahí y les encantó para sentirse un opositor de ley. Después dicen que hay "división" y "confrontación", que la gente está "dividida". Una mafia de soretes, eso es lo que son. Ellos son los que dividen, los que azuzan el descontento, el odio, la miseria mas vil (el título de hoy de Clarín sobre la Abuela de Plaza de Mayo fallecida en La Plata es lo mas miserable que he leído allí en años) de las personas que abjuran de la política, no la entienden ni la quieren. O de los políticos, que son todos iguales menos los que dicen lo que a mi me gusta en "A dos voces". Ya lo dijo Bertold Brecht: el peor analfabeto es el analfabeto político. Tienen, entonces, a un público cautivo de zombies idiotas y furiosos que repiten y propalan sus mentiras por redes y ámbitos sociales. Y a su vez, los zombies, que después hacen cacerolazos porque no pueden "veranear en Punta del Este" o quieren "justicia", "seguridad" y otros items tan indefinidos como ambiguos y tienen políticos igual de ineptos e idiotas que los representan, sin proyectos, sin ideas, sin nada. No quiero que se malinterprete: no estoy diciendo (por las dudas, porque se que siempre alguien salta como leche hervida haciéndose cargo) que todos los que se oponen o no son kirchneristas son descerebrados e idiotas. No. Hablo de los que repiten las mentiras de los principales medios opositores, que son muchos, lamentablemente. Los que se suben a la mentira porque les conviene, ya que jamás podrían articular un pensamiento propio y necesitan que les bajen el discursito bien masticadito los Nelson Castro, por ejemplo, que le habla a la presidenta de su país como si le hablara a un dictadorcillo de republiqueta bananera, o los Luis Majul, verdadera vergüenza de una dignísima profesión.
Y bueno, así están las cosas, lamentablemente. Es penosa la actualidad del periodismo liberal. Penosa. Estar informado hoy en día requiere muchísmo laburo intelectual, de búsqueda, de cotejo, de contraste, que es lógico que a mucha gente le de pereza y prefiera asumir su posición de lorito zombie. Y a nivel político, no hay ninguna propuesta superadora. Nada. Es todo basura mediática.



Gabriel Costa Ferraro

Teseracto vive y lucha...

A pesar del abandono al que fue sometido el último año (por circunstancias personales que no viene al caso analizar) tengo la necesidad de reflotar el blog, de volver a escribir en él algunas reflexiones que siempre quedan perdidas por ahí cuando uno las hace en redes sociales, donde todo pasa rápido, con poca discusión y poco análisis o en charlas personales que siempre enriquecen las miradas que tenemos, sean con personas que piensan como uno y especialmente con aquellas que tienen otras miradas. Los espero!